Se demuestra la seguridad de la inmunoterapia para la diabetes
En un ensayo de referencia controlado con placebo para tratamientos que podrían detener la progresión de la diabetes tipo 1, los científicos informan de que una inmunoterapia ha resultado segura, mostrando efectos metabólicos.
Nada menos que 1,25 millones de estadounidenses conviven con la diabetes tipo 1, con un aumento en la prevalencia del trastorno autoinmune durante las últimas décadas, con aproximadamente 40 000 personas diagnosticadas cada año. No existen terapias para evitar que las células T de los pacientes destruyan progresivamente las células β productoras de insulina en el interior del páncreas.
Es más, los investigadores han dudado sobre si implementar nuevas estrategias clínicas como las inmunoterapias -moléculas diseñadas para evitar respuestas inmunológicas destructivas en la diabetes imitando una porción de péptido de la proinsulina- por miedo a agravar inadvertidamente la enfermedad. Mohammad Alhadj Ali y sus colegas reclutaron a 27 personas con un diagnóstico de diabetes tipo 1 durante los 100 días anteriores y dividieron al azar a los participantes para que recibieran inyecciones de placebo o de inmunoterapia en intervalos de dos o cuatro semanas durante seis meses. No se apreciaron señales de efectos secundarios tóxicos o de aceleración de la destrucción de células β durante el período de prueba ni durante el seguimiento durante seis meses más.
Es importante destacar que los ocho sujetos del brazo de placebo necesitaron aumentar sus dosis de insulina en el transcurso de los 12 meses del estudio, mientras que todos los individuos que recibieron el nuevo tratamiento se mantuvieron estables. Los autores afirman que se necesitará investigación adicional que abarque cohortes mayores para evaluar la eficacia, pero el favorable perfil de seguridad observado sugiere que la inmunoterapia podría ser una opción viable para tratar la diabetes tipo 1. (Fuente: AAAS)
Nada menos que 1,25 millones de estadounidenses conviven con la diabetes tipo 1, con un aumento en la prevalencia del trastorno autoinmune durante las últimas décadas, con aproximadamente 40 000 personas diagnosticadas cada año. No existen terapias para evitar que las células T de los pacientes destruyan progresivamente las células β productoras de insulina en el interior del páncreas.
Es más, los investigadores han dudado sobre si implementar nuevas estrategias clínicas como las inmunoterapias -moléculas diseñadas para evitar respuestas inmunológicas destructivas en la diabetes imitando una porción de péptido de la proinsulina- por miedo a agravar inadvertidamente la enfermedad. Mohammad Alhadj Ali y sus colegas reclutaron a 27 personas con un diagnóstico de diabetes tipo 1 durante los 100 días anteriores y dividieron al azar a los participantes para que recibieran inyecciones de placebo o de inmunoterapia en intervalos de dos o cuatro semanas durante seis meses. No se apreciaron señales de efectos secundarios tóxicos o de aceleración de la destrucción de células β durante el período de prueba ni durante el seguimiento durante seis meses más.
Es importante destacar que los ocho sujetos del brazo de placebo necesitaron aumentar sus dosis de insulina en el transcurso de los 12 meses del estudio, mientras que todos los individuos que recibieron el nuevo tratamiento se mantuvieron estables. Los autores afirman que se necesitará investigación adicional que abarque cohortes mayores para evaluar la eficacia, pero el favorable perfil de seguridad observado sugiere que la inmunoterapia podría ser una opción viable para tratar la diabetes tipo 1. (Fuente: AAAS)